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sábado, 23 de enero de 2010

Solidaridad de hoy, olvido para mañana


Cuando suceden hechos de una magnitud inimaginable es cuando reaccionamos y cuando nos unimos sin importar ni debatir sobre religiones, preferencias políticas o clases sociales.

Sin duda el terremoto ocurrido en Haití hace pocos días movilizo al mundo… al mundo entero. Todos estamos dispuestos a brindar ayuda, como sea, grande o pequeña, con dinero, alimento, medicamentos o tan solo abrimos nuestros corazones para brindar una palabra de aliento, una palabra de esperanza.

Entonces, es cuando personalmente me pongo a pensar y vuelvo siempre a un mismo punto.

Al igual que con el tsunami en Asia, el huracán Katrina en New Orleans o tal vez las no muy lejanas inundaciones en la provincia de Santa Fe en nuestro país hace algunos años atrás, todo me lleva a la misma pregunta… ¿por qué esperar a que se produzca el desastre? Sé que hay situaciones que no se pueden predecir, situaciones que uno no elige vivir, y que quizás lo que denominamos destino nos pone en el camino. Pero también soy consciente que hay muchas situaciones que SI se pueden evitar, situaciones tan simples como un plato de comida, o una atención médica digna. A veces damos por sentado muchas cosas, materiales o emocionales, sin darnos cuenta la escasez que hay de esas cosas tan simples en el mundo.

Olvidemos por un instante el terremoto, ¿alguien escuchó los gritos desesperanzados de la gente de Haití antes de la tragedia? ¿Cuáles eran los temas a tratar en los noticieros hace 15 días atrás? Quizás el pase millonario de un jugador de fútbol, o tal vez que usarían las estrellas para la próxima entrega de los premios Oscar. Millones y millones de dólares, pesos, euros o de la moneda que uno prefiera pasan ante nuestros ojos todos los días relacionados con cualquier cosa que no tenga que ver con ayudar a los necesitados, a los que piden no más que lo básico para vivir.

Solo la mitad de los niños en Haití están vacunados, solo el 40% puede acceder a una asistencia médica básica y el 90% de los niños sufre enfermedades de parásitos intestinales. Los casos de tuberculosis son 10 veces más altos que el promedio del resto de América Latina.

Son datos escalofriantes, y así y todo Haití se encuentra sexto en la lista de países más pobres del mundo, y se me hace inimaginable pensar los datos que arrojan países como Zimbawe, Angola, Mozambique o Zambia quien ocupa el primer puesto de la lista con el 86% de la población pobre.

Estuve mirando el gran show a beneficio de las víctimas del terremoto que organizaron las grandes estrellas de Hollywood; que despliegue, que desfile de caras conocidas, cuantos músicos y famosos, con cámaras y shows alrededor del mundo… por qué no hacer lo mismo de vez en cuando para que la ayuda sea siempre?! Por qué esperar a ver toneladas de cuerpos sin vida para reaccionar?!

Me parece fantástico lo que lograron, lo que ya todo el mundo colaboró para la gente de Haití, lo solidario que se puede ser si se quiere, pero sería un sueño demasiado grande pensar que el mundo siga unido para conseguir y brindar ayuda y esperanza para los más necesitados SIEMPRE. Es simple, es claro… sin pobreza no habría ricos, con educación no habría ignorancia, sin ignorancia no habría líderes, sin líderes no habría poder… y lamentablemente de eso se trata, de poderosos que manejen nuestras vidas, nuestros intereses, nuestras naciones y nuestros sueños.

Y no hace falta ir tan lejos para entender de lo que hablo, nuestro país es un buen ejemplo, con escuelas que se vienen abajo, con hospitales sin insumos, con gente que tiene hambre!, pero con un par de millones para destinar a alguien para que nos represente en la Formula 1!

Y en poco tiempo todo volverá a la “normalidad”, y los noticieros informaran nuevamente sobre los pases futbolísticos millonarios, o los millones que gastaron los famosos en sus vacaciones, los poderosos del mundo continuaran con la fabricación de armas, el narcotráfico seguirá ganando terreno, los que mas tienen seguirán robando a los que ya no tienen nada, y mientras tanto cientos de hermanos Cubanos y Mexicanos morirán intentando llegar a Estados Unidos, la guerra en Oriente Medio continuará dejando sin vida a miles de inocentes y los gritos de los necesitados serán nuevamente desesperanzados.

La lista sería interminable, y ojala que esta unidad que mostramos hoy en día por y para Haití se pueda demostrar pronto en otra causa, sin esperar que pase otro desastre para mostrar solidaridad.

1 comentario:

  1. Comparto totalmente lo que decís. Y yendo màs cerca aún, a nuestro micromundo de relaciones personales, esto mismo aplica a los vínculos. Damos por hecho un montón de cosas hasta que "las catástrofes" nos sacuden y el drama parece irreversible a la vez que cada gesto positivo (propio y de los otros) nos reconstruyen un poquito. El ser humano tiene mucho que aprender todavía sobre cómo vivir mejor su humanidad...
    Te felicito Gi por este espacio, soy una convencida de que compartir ideas (sobre los temas que fueren) ayuda a generar conciencia y eso es lo que necesitamos para preservarnos y ser mejores personas todos los días. Te sigo. besos!!

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