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viernes, 28 de septiembre de 2012

SEGUNDA OPORTUNIDAD


Un estado extremo de melancolía
instaló una angustia 
insoportable en mi pecho
convirtiendose en una constante guerra, 
por querer cambiar 
mi propio destino.
Juegue muy al límite de la cobardía, pero logré 
juntar valentía
para soltar gritos de ayuda en silencio, 
que junto a mis 
lágrimas se desvanecieron, 
al compás de los minutos muertos
aquella trágica noche tan fría.
Corrí sin sentido en la oscuridad
no había luz al final del camino
no había rostros 
ni sonidos conocidos
Un gran suspiro anticipo que 
se acercaba el final,
y aparecio la fuerza cuando
pense que no la tenia.
Abrí los ojos y sostenias mi mano
tus lágrimas estremecieron 
mi cuerpo
Perdí una batalla, perdí dos días
pero hoy digo que gané...
porque gané LA VIDA.
GIS.-

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